Decadencia de la Música

– Es evidente la decadencia de todas las artes en éste mundo actual globalizado, en el que vivimos.
– Por sobre todo puede verse esta decadencia en la música que se escucha hoy en Internet, en la radio, o los discos que presentan a esos grupos desconocidos nuevos de “pop-rock” salidos de vaya saber que cueva. Y es que en esté mundo globalizado y cosmopolita cualquier aprendiz de músico puede sacar un disco y en poco tiempo ocupar los primeros puestos en el “top ten” de los más votados. Obsérvese la importancia que se le ha dado a grupos como Backstreet Boys, 50 centavos, o acá en Argentina, a Ataque 77, o Árbol.

– Miguel Mateos, un grande del rock argentino –
– Están llenos de sonidos pero no de música. Sus letras no tienen sentido alguno y pareciese ser que hacer chillar la guitarra a golpes de manotazos es “tocar la guitarra”, cuando más bien se asemeja mas a los gritos de dolor durante la matanza de un gato.
Éstos nuevos grupos y solistas se meten en todas las radios y están en todas las grandes desquerías del país. Se hacen llamar músicos pero lo que hacen no es música, si no mas bien, “ritmo”.

– He aquí una gran diferencia entre música y ritmo, o sonido:

· Música: La música (del griego: μουσική [τέχνη] – mousikē [téchnē], es «el arte de las musas») es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos.
La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo, así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.).
La definición más amplia se refiere a concebir la música como sonoridad organizada (según una formulación perceptible coherente y significativa). Esta definición parte de que —en aquello a lo que consensualmente se puede denominar «música»— se pueden percibir ciertos patrones del «flujo sonoro» en función de cómo las propiedades del sonido son aprendidas y procesadas por los humanos y los animales (aves e insectos también hacen y entienden su música).

· Ruido: En el medio ambiente y se define como ruido todo sonido no deseado por el receptor.
En el ámbito de la comunicación sonora es aquel que no contiene información clara. Cuando se utiliza la expresión de ruido, se hace referencia a aquellos sonidos percibidos por el receptor cuya composición espectral contiene gran cantidad de frecuencias distintas, en general próximas entre sí, que el receptor no es capaz de indentificar, individualizar y/o comprender. El ruido no necesariamente se atribuye a una intensidad de sonido alta, aunque en muchas ocasiones se le entiende como tal. El ruido se caracteriza por ser molesto para el ser humano e incluso capaz de alterar su salud, ahora sí, el grado de molestia de un ruido depende de su nivel de presión (intensidad).
– Definiciones extraidas de wikipedia –
– Es decir, “hacer música” no es solamente tomar un par de ol las, latas y elementos de cocina, golpearlos con un tenedor y llamarle a eso “música”. La bueno música es un arte, un arte que debe ser utilizado por “artistas” no por cualquier incoherente que quiere vender discos profiriendo aullidos a un micrófono. Si se hace música hay que ponerse a trabajar en serio, hay que poner ganas y corazón en lo que se está haciendo. Debe poseerse cierto “oído” para lograr una armonía entre los sonidos, para que lograr una “obra de arte”. No es solamente una mera forma de expresión humana, es también una demostración de nuestro sentido estético, de nuestro nivel cultural, representa toda una forma de pensar y de sentir. No es solamente sonido sin sentido.
Por ello es muy importante que un “buen tema musical” tenga ciertas características armoniosas, más halla de su estilo, que puede pertenecer al “rock”, “pop”, “clásico”, “melódico”, “jazz”, “blues”, y todo un sinfín de estilos musicales. Debe obtener una calidad superior a cualquier mero conjunto de sonidos, debe superar lo “ruidoso” para convertirse en arte.
– Otro problema es lo politizada que está la música actual, no se puede encontrar ni siquiera un solo tema moderno que no responde a alguna facción política. Normalmente los llamados “anti-imperialistas”, que escudándose en el sentido humanitario hacia las victimas de la guerra divulgan propagandas y mero “panfleterio” político de izquierda.
Y es que nada se salva de ser pintado de Rojo o Púrpura, todo debe tener un sentido político.

-¿Qué paso con la buena música de los 80’ que nos contaban la historia de un hombre y sus infortunios o sobre sus problemas amorosos, o que simplemente le cantaban a la vida?!!. El problema no es que se creen algunos que otros temas musicales basados en hechos sociales o políticos actuales, ¡¡el problema es que todos los temas actuales tratan de lo mismo!! Y para colmo lo hacen de una forma tan baja que en vez de “música” crean “ruido”.
¿Es qué ya no queda ningún Phil Collins, ningún Freddie Mercury, o un sucesor de Joan Manuel Serrat, en estos tiempos modernos?.
-Ya no existe ningún buen grupo de rock nacional con un sentido armonioso, como Soda Stereo, Virus, y como el antiguo Charly García, digo antiguo porque el actual Charly deja bastante que desear, si apenas puede mantenerse en pie después de las sobredosis o las múltiples botellas de whisky.
-Pero en fin, para resumir, parece ser que el arte se dirige hacia un declive sin fin, cae más y más en un agujero muy oscuro.
-Si Beethoven volviera a la vida, se alegraría se ser sordo, Louis Armstrong seguro se ahorca y Federico Moura se tiraría desde un edificio.

¿Quién era Leónidas?

Hemos elegído el nombre de un gran heroe espartano para llamar a éste blog, por ello le dedicamos ésta primera entrada a tan noble guerrero:

Leónidas I (Griego: Λεωνίδας) fue el 17º Rey agíada de Esparta. Encontró la muerte en 480 a.d.C, durante la Segunda Guerra Médica, en la heroica defensa de las Termópilas, bloqueando el avance del ejército persa de Jerjes I.

En 480 adC, los éforos de Esparta enviaron a Leónidas al frente de 300 hoplitas y 4.000 soldados aliados para bloquear al ejército persa de Jerjes I en el paso de las Termópilas.
las investigaciones modernas demuestran que en realidad eran 6.000 griegos contra 250.000 persas, una fuerza impensable para la logística de la época. En cuanto a la cantidad de griegos, eran 300 espartanos cada uno de ellos acompañado por 2 ilotas (dos de sus siervos personales).
Según una historia contemporánea, Leónidas iba acompañado únicamente por una fuerza pequeña porque se dirigía deliberadamente a su perdición, ya que un oráculo había vaticinado que todos los estados griegos, incluyendo Esparta, sólo podrían ser salvados con la muerte de uno de sus reyes, a lo que Leónidas habría respondido: «Yo soy ese rey». Sin embargo, parece más probable que Leónidas no pudiera disponer de más hombres debido a la celebración de las fiestas Carneas.
Varias anécdotas demuestran su valentía y el carácter lacónico atribuido a los espartanos. En el primer día del sitio, cuando Jerjes exigió la entrega de las armas a los griegos, Leónidas contestó Molon Labe («Vengan por ellas»). Al tercer día, el rey dijo a sus hombres que desayunaran bien; pues «Esta noche cenaremos en el Hades». Los hombres de Leónidas repelieron los ataques frontales de los persas los dos primeros días, pero cuando el griego Efialtes condujo a Hidarnes, general persa, por un camino entre las montañas hacia la retaguardia de los griegos, Leónidas dividió a su ejército y permaneció en el paso con 300 espartanos, 700 tespios y 400 tebanos que fueron mandados a sus hogares para contar la heróica historia de estos guerreros espartanos.
Fue tal el ímpetu con el que los espartanos lucharon que Jerjes decidió abatirlos de lejos con sus arqueros para no seguir perdiendo hombres. Leónidas fue alcanzado por una flecha y los últimos espartanos murieron intentando recuperar su cuerpo para que éste no cayera en manos enemigas.
La batalla duró cinco días y los persas consiguieron derrotar a los temidos espartanos, pero éstos ya habían retrasado notablemente el avance persa, diezmando la moral de su ejército y provocándole un buen número de bajas.
Esparta lo enterró con todos los honores, incluyendo una exhibición de duelo no habitual entre los espartanos. En el lugar de su muerte se erigió un monumento con un león junto con una inscripción escrita por el poeta Simonides que decía así:Ὦ ξεῖν’, ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι

«Oh, extranjero, informa a Esparta que aquí yacemos todavía obedientes a sus órdenes».
No se conocen los hechos con suficiente detalle para juzgar la estrategia de Leónidas, pero su heroísmo le ha asegurado un lugar único en la Historia.

—- extraido de Wikipedia —-